martes, 10 de noviembre de 2009

Ndzaku


Cada vez que voy a ver a Makumba, tiemblo ante la amenaza de las abejitas. Ante esta temible perspectiva procuro blindar mi cuerpo como buenamente puedo. Me he hecho con un unguento en Shamek, fuerte como el acido sulfurico, que las mantiene algo alejadas. De los prismaticos cuelgo una gorra con banda trasera, la parte de abajo de los pantalones, uso camisas de manga larga… Todo con tal de aplacar el inclemente aluvion en la medida de lo posible. A pesar de todo, no han vuelto a agobiar tan tragicamente como el dia con Daniela, y he podido gozar del privilegio de contemplar a los gorilas con cierta tranquilidad, pudiendo ver asi a Makumba:




Hablare de las Ndzaku (mas conocidas en nuestro imaginario popular como la ‘marabunta’). Una increible especie de hormigas que avanzan en millones o trillones por la selva, sin que nada ni nadie pueda detenerlas. Tienen dos formas de moverse. Una en hilera -cuando se desplazan a algun lugar donde construir hormiguero-, otra en abanico, abarcando una gran cantidad de terreno, como una inmensa ola devastadora ante la que nada puede hacer frente. El otro dia decidieron visitar el campamento en la segunda modalidad y decidieron hacerlo justamente por la entrada posterior al campamento, la que da a mi habitacion. Pase momentos de verdadero apuro intentando abortar toda via de entrada a mi habitacion, regando con gasolina cada uno de los soportales en el que se sostiene mi cabanya, como quien achica agua en un navio a punto de naufragar. Aun asi, no pude evitarlo del todo y varios regimientos de ellas entraron en mi habitacion. Por lo menos se zamparon un par de cucarachas, unas cuantas polillas, y luego se fueron como habian venido. Animales increibles y extremadamente organizados:




Visitantes de la noche


Como creo ya haber dicho, las cucarachas campan a sus anchas por mi habitacion. Sin embargo, me han salido varios amigos que funcionan como asistentes de limpieza y ayudan a que mi habitacion se mantenga moderadamente limpia.

- Arana latigo: Muy rapida. Algo timida.



- Rayitas: se cepilla a las cucarachas que da gusto, pero tampoco le hace ascos a las polillas.



- Ocho patas: Inmutable. Mortal.


- Mickey Mouse: da un poco el conazo por la noche, pero algo hace.


- Juancho: Diurno y siempre buscando moscas.


WWF France


Durante los ultimos dias hemos recibido la visita de un equipo de rodaje de la WWF France, que permanecio 3 dias en el campamento. Estaba compuesto por una tal Jean Ermine, escritora de viajes; Laurent, camara, Jean Baptiste (sonido) y Gilles responsable del programa WWF France para la Cuenca del Congo. Jean Ermine era la presentadora del documental, una tia que convivio durante 3 anos con comunidades indigenas del Peru, tras los cuales se convirtio en escritora y se dedico a viajar a lo largo y ancho del globo. Actualmente, vive en una embarcacion anclada frente a las costas de Patagonia. No parece mala vida.. Laurent, el camara, colaboro en la celebre pelicula de los pinguinos, que no he visto ni se si vere algun dia. Jean Baptiste tambien ha colaborado con varios documentales de vida salvaje. El equipo venia de realizar un reportaje en Vancouver. Tras su estancia en Dzanga Shanga, ponian rumbo a Madagascar. El martes, tras la cena, quisieron grabar algo de los canticos tribales de los BaAka. Hubo dosis de baile y risas.



Las barerras, linguisticas y culturales con los centroafricanos son importantes. Aun asi, tiendo y quiero fijarme mas en lo que nos une que en lo que nos diferencia. A veces los BaAka se cachondean de mi en el bosque, cuando me aventuro a formular una frase algo elaborada en Sango. Por otra parte, estoy intentando hincarle el diente a su lengua. No dejan de parecerme curiosas las conversaciones en las que se enzarzan caminando por el ‘Kota Lege’, el camino que lleva al campamento, abierto por la compania maderera cuando esta aun se encontraba operativa alla por los 80. Uno se coloca delante, otro detras (yo voy en el medio) y se enzarzan en platicas que duran todo el trayecto, sin apenas mirarse, como si se estuvieran pasando la bola de uno a otro.

Son, sin duda gente peculiar, los BaAka, gente pacifica, de una timidez casi infantil. Es facil robarles una sonrisa, como a los ninos. Son tambien algo serviciales, lo cual consigue turbarme un poco. Por otra parte, siempre estan intentando aranyar segundos al erloj para volver antes al campamento o echarse un cigarrillo en el bosque. De momento me hago el tonto, pero esto no va a ser siempre asi. Se supone que debo controlarlos, porque si no les acompana nadie, se dedican a recolectar miel de los arboles u otros productos del bosque, en vez de dedicarse a buscar gorilas.

Blancos y negros hemos levantado muros de desconfianza monumentales. Aqui al blanco, al ‘Munyu’, se le asocia con el dinero (igual que en otros muchos sitios). El campamento esta levantando con dinero ‘blanco’, de la WWF, de la GTZ. El proyecto da de comer a mucha gente en Bayanga. El hecho de pertenecer a la WWF y, por anyadidura, ser ‘blanco’, me otorga automaticamente un status que dudosamente merezco. La gente me trata con respeto y, si se me apura, como un superior que puede darse el lujo dar ordenes, pues pertenece es ‘blanco’. Ya me han llamado ‘patron’ en mas de una ocasion. Pero no convendria enganarse. Por otro lado, aprecio un despecho latente hacia lo occidental (en especial hacia los franceses). Parece que el recuerdo de los tiempos coloniales sigue pesando sobre el subconsciente general. Y no dejo de pensar que, a pesar de todo, yo soy el ultimo mono aqui. Aun asi, me encuentro dando ordenes a los BaAka en la selva en un macarronico sango, administrando medicamentos y disponiendo de un rango que, como ya he dicho anteriormente, dudosamente merezco. Surrealista ? quiza. O simplemente, tristemente, real. Aunque me empenye en salvar las barreras que nos diferencian, me encuentro con que ellos mismos se encargan de edifiicar otras nuevas. Llevo la etiqueta de ‘blanco’ alla donde vaya. Tampoco les culpo, supongo que es responsabilidad mia sortear estas barreras.

Lo de los sonidos de la selva por la noche es una experiencia bastante psicotropica; anades cuyo graznido se repite con periodicidad enloquecedora, desde la lejania, sacudiendo mi subconsciente como si de un formidable gong se tratara ; grillos que al frotar sus alas semejan columpios que chirrianr; hyraxes de alarido escalofriante; buhos de gotico ulular. Todo un viaje de los sentidos.


Espejo desagradable


Ha aparecido una gorila muerta, cerca de Mokana, al sur del Kota Lege. Me encargaron acudir a ese lugar con la camara del campamento, echar unas fotos y detectar alguna senyal o herida que pudiese haber causado su muerte. Podria haber sido un disparo, o la caida desde un arbol, o, quien sabe, un caso de ebola (que tambien asola a los gorilas). Cuando llegamos al lugar donde se encontraba el cadaver, apestaba a carrona en varios metros a la redonda. Segun los BaAka, llevaba unos dos o tres dias muerta Un bulto oscuro yacia entre los arbustos, con el brazo extendido y la cabeza flexionada hacia arriba, la barbilla apuntando hacia el cielo. A la altura del pecho, la piel habia cobrado un tono acartonado y amarillento, que transparentaba unas venas ya secas enhebrandose de un lado a otro. Su rostro era un autentico festival de larvas y moscas, que borraban cualquier forma facial reconocible y formaban una especie de holograma interactivo. Tenia la boca abierta y el brazo extendido por encima del hombro. Era lo mas parecido a la escena de un crimen. Comence a hacer fotos desde angulos distintos. El hedor era insoportable. Ndima y Mobambu esperaban desde la lejania a que terminase mi tarea. Mi torpe manejo de la sofisticada Nikon de la WWF hacia que la mayoria de las fotos salieran desenfocadas. Tuve que repetir instantanea innumerables veces. La pestilencia hacia dificil la toma de fotografias, tenia que tomar aire por unos segundos antes y volver a la escena, conteniendo el aliento, para tomar mas instantaneas. Una insoportable sensacion de putrafaccion e insalubridad embargaba el escenario. Comence a sudar a raudales. Cuanto mas permanecia en un punto, tratando de lograr una foto minimamente enfocada, mas sentia las moscas posandoseme en la frente, la sien, las manos… no sabia si provenian del cadaver o de cualquier otro sitio. Me entro una semi paranoya no del todo injustificada. Una vez reuni dos otres fotos decentes me dispuse a escapar del escabroso escenario.



Repare entonces en una pequena sombra que se movia a mi izquierda.. Contemple con desasosiego como una pequenya cria de gorila, no mas de 3 meses de vida, se movia a dos metros del cadaver de su madre, yaciendo boca arriba, agitando debilmente los bracitos. Se introducia los dedos en la boca, tenia los ojos cerrados. Sus movimientos parecian a camara lenta. Nunca me vi en tesituras de este tipo pero era obvio que le quedaban pocas horas de vida. Experimente cierto shock. Tenia ante mi la imagen del desamparo mas absoluto, de la sordidez mas brutal. Me soprendio que hubiese sobrevivido a las noches anteriores, sin caer en las fauces de algun depredador. Llame a Ndima y Mobambu. Contemplamos con tristeza la desconcertante estampa.



Unos minutos despues abandonabamos a la cria. ?Que podiamos hacer ? Tratar de salvarla? Llevarla con nosotros ? Me daba la sensacion de que la criatura habia comenzado ya un camino sin retorno. Por otra parte no conociamos la causa de muerte de su madre : no se apreciaban heridas de bala de algun posible furtivo. Podria tratarse de Ebola, no podiamos saberlo. La escena me impacto, no lo voy a negar, pero trate de postergar las emociones para otro momento. Seguimos nuestro camino.

Mostre las fotos en Bai Hokou. Kemanda se emociono al ver a la cria moribunda. Comenzo a llover.

Ya en mi habitacion comence a pensar en la pequena criatura. Estaria viva todavia ? Miraba por la ventana y me imaginaba las gotas de lluvia cayendo sobre sus ojos cerrados, corriendo por su rostro languido y moribundo, condenada a muerte en aquel escenario de sordidez absoluta . Un espejo nada halagueno.

Fete des meres

El otro dia encontramos un grupo de 3 gorilas (un macho y dos hembras) al oeste del campamento. No se trata, sin embargo, del Fini Group, compuesto por 10 individuos. Las pistas nos llevaron a una zona malapa. En un momento dado Bokaya hizo un gesto a Likemo para que mirase hacia las estribaciones del malapa. Guardamos silencio. Efectivamente, mas alla de la vegetacion, a unos 30 metros, se escuchaba un vago crujir de ramas, que bien podria pertenecer a un elefante, o a varios.Un grupo de Horn Bills rompia el silencio reinante, graznando desesperadamente enlas copas de los arboles. El guirigay arboreo impedia calcular la situacion de los elefantes, lo cual nos ponia en una situacion dificil. Si los elefantes decidieran cargar, estariamos a merced de ellos. Desee con vehemencia cargarme a perdigonazos a los pajarracos, dinamitando mis principios de naturalista. Al final los elefantes se desviaron y pudimos seguir nuestro camino. Mas adelante, Likemo escucho el alarido de gorila a unos 500 metros en direccion sur. Nos dirigimos hacia alli. 20 minutos despues avistabamos, entre una abundante cortina de vegetacion, la abultada silueta negra de unos gorilas encaramados a un inmenso arbol, denominado Motunga. Tras diez minutos sin avistarnos, una hembra miro en nuestra direccion, bajo la cabeza y segundos despues daba la voz de alarma, descendiendo con estrepito entre alaridos. El macho, ya en el suelo, nos dedico un par de grunidos desde la distancia, mientras las hembras huian. Finalmente desaparecio. La sensacion de contemplar gorilas salvajes en la selva virgen es indescriptible.

Muchos dias las lluvias echa por tierra todo nuestro trabajo. Las copas de los arboles contienen durante unos minutos el aguacero, pero la lluvia a veces es tan violenta, que al final el agua filtra hacia la superficie y no hay lugar en el que guarecerse. Aun asi, estamos todavia en temporada seca. La estacion de lluvias esta todavia por llegar, entre Septiembre y Octubre.

Otro punto importante en el ‘manual del buen hombre selvatico’ se refiere a la hora de sortear troncos, ramas o raices entrecruzadas o enhebradas fijamente en el suelo. La pricipal premisa es pisar una unica vez, solo una, mientras el otro pie ya esta avanzando para superar el obstaculo. La segunda premisa, consecuencia no necesaria (y, como diria Dali, divina) de la primera, es que uno ha de hacerlo con soltura. Si el obstaculo se encuentra a la altura del pecho, uno ha de contorsionarse como si pasase por los barrotes de un calabozo. Y si esta a la altura de las piernas, levantar las rodillas en plan ballet. Mientras tanto, mil ojos.

El otro dia se celebraba la fiesta de la mujer, en Bayanga. Gran parte del personal que trabaja para el proyecto estaba invitada, desde los empleados en Bayanga hasta los guias y asistentes de investigacion de Bai Hokou. Daniela y yo tambien acudimos en calidad de Munyu, dejando el campamento por un par de dias, por tomarse un respiro de la selva, que puede ser bastante absorvente.

Nos alojamos en casa de Philippe, un aleman que trabaja para la GTZ, uno de los socios del proyecto. Ya en la fiesta, el equipo de sonido se estropeo y lo reemplazaron por un destartalado cassette que sonaba a ultratumba. En la fiesta de la mujer curiosamente apenas habia mujeres. Las pocas que habia servian comida al resto de invitados, que cruzaban miradas de desconfianza en todas las direcciones del circulo de asientos dispuesto para la ocasion. Philippe, que se habia ausentado por unos momentos, aparecio diciendo que al otro lado habia una fiesta mucho mas caldeada. Nos despedimos a la francesa y nos dirijimos alli en busca de mas cana para el cuerpo. La otra fiesta tenia lugar en un barracon de tres naves, una principal y dos laterales con gradas en las que los Bilo bailaban enfebrecidos. El tugurio estaba iluminado por fluorescentes de luz mortecina que conferian al antro una proyeccion como observada a traves de unas gafas 3D. El vino de raffia corria por las venas. La atmosfera estaba cargada por el aroma a marihuana. Un radiocassette, tambien distorsionado, ponia la musica en la fiesta, musica frenetica, africana, al son de la cual bailaba una muchedumbre sudorosa y apasionada. Daniela, Philippe y yo eramos los unicos blancos. De vez en cuando alguien se acercaba a saludarnos o a hablar con nosotros (normalmente a pedirnos algo). No se como, me vi hablando con unos tipos de aspecto no muy amigable, cuya portavoz devenia cada vez mas y mas hostil. ‘Nous sommes en command ici ‘ (aqui mandamos nosotros), decia el tipo con el indice apuntando al suelo e inflando el pecho como un palomo. ?Que tienes ? cerveza ? Por que no nos das tu cerveza ? vienes aqui y no tienes nada para darnos ? No se bien como pero escurri el bulto y me zafe de la situacion. La hostilidad se palpa en el ambiente.

Dicen que esta region de Africa es la mas oscura del planeta. Antes de recogernos, Philippe, Daniela y yo, fuimos a contemplar la Via Lactea desde la terraza del Doli Lodge. Me acorde de la novela de Conrad, ‘El Corazon de las Tinieblas’, basada en la Cuenca del Congo y pense que este lugar seria firme candidato en el que se desarrollse su accion. Nunca vi la Via Lactea de forma tan diafana, ni sus brazos espirales tan luminosos, ni probablemente tantas estrellas iluminando aquel abismo de terciopelo negro. Un espectaculo vertiginoso en una region olvidada del planeta.



lunes, 9 de noviembre de 2009

Doli


El trabajo en el campamento se estructura en una jornada de dos turnos : manana (6 :30-13 :00) y mediodia (11 :00-17 :30). Existen tres equipos : Makumba, Fini Group y Mangabeys. Generalmente, trabaje o no, a las 6 suelo despierto. (Amanece sobre las 5:30). Enrollo el saco, libero la cama de la mosquitera y me preparo para una nueva incursion en la selva. Yaequipado con lo indispensable (ropa, brujula, mapa, cuaderno de notas, boli, prismaticos) me encamino a la ‘zona Munyu ; Desayuno cereales enlatados con chocolate y cafe. Luego voy donde los Baaka y me llevo a un par de guias, los que me hayan asignado para ese dia. Una vez en la selva, pasan siempre mil cosas. Sigo puliendo mi tecnica de incursion selvatica. Cuando uno se encuentra ante un umbral de vegetacion gigantesco y en apariencia infranqueable, la forma de atravesarlo es simplemente no pensarselo dos veces. Tampoco o es plan de avalanzarse a lo loco, como escribia hace unas semanas. Uno debe detectar un corredor de espacio vacio, por minusculo que sea, que lleve a un lugar mas despejado al otro lado del muro. Una vez detectado se calcula su viabilidad y, en caso positivo, avanzar siempre sin apartar la vista de este punto. Dejar que las ramas aranen la camisa si es preciso, tobillos, pantorrillas, pero no vacilar o perderse en quejas vanas.

El otro dia vivi un nuevo episodio con un elefante, algo que parece sera el pan nuestro de cada dia en este lugar : Avanzaba con Bayanga y Mobambu por el bosque cuando escuchamos el ya familar sonido de un crujir de ramas: Doli, advierte Mobambu, senalando un punto entre la vegetacion, a unos 50 metros de nosotros. Era realmente dificil atisbar nada entre la vegetacion pero acere el ojo y pude adivinar una borrosa trompa arrancando hojas de entre las ramas y llevandoselas a su espigada bocaza. El elefante no habia caido en nuestra presencia. Para mi estupor, Mobambu descendio a un area mas despejada, donde sin duda el elefante repararia en el, a poco que avanzase unos metros ; me insto a hacer lo mismo. Sin saber muy bien por que, le hice caso, encomendandome a su buen hacer selvatico. El elefante, sin reparar todavia en nuestra presencia , avanzaba directo hacia nosotros. Mobambu no se movia. Yo –que iba a hacer- tampoco. Llegado un punto, a unos 20 metros, el elefante se detuvo y alzo su trompa, husmeando en derredor. Nos habia detectado. Podia verlo entonces con claridad ; un elefante inmenso, con tremendos colmillos a la altura de la cabeza. Podriamos ser meros juguetes ante su furia. Pero el elefante, a pesar de su incontestable superioridad fisica, huyo como un trolebus entre la espesura. Sin embargo, la cosa no acabo tan facilmente. Se habia asustado pero no habia desaparecido, se habia detenido unos metros mas alla. Seguimos en silencio Le escuchamos grunir contra nosotros, un grunido gutural y cavernario. Mobambu indico entonces que seria mejor recular, parecia que le habiamos tocado las narices. Le rodeamos y proseguimos nuestro camino.

Aquel dia no encontramos pistas de los gorilas. Lo cierto es que la bonanza de los primeros dias ha dado paso a jornadas de sequia en cuanto a pistas se refeire, en las que hemnos recorrido kilometros y kilometros de selva infructuosamente. Es una labor que puede ser algo frustrante. Los BaAka no encuentran pistas de y yo, desde mi condicion de neofito, poco puedo hacer al respecto. Soy como un torpe ciego que anda del brazo del lazarillo. Sin embargo, voy poco a poco dandome cuenta de algunos detalles de su metodo de rastreo. Observo a donde miran y como miran. Tengo la sensacion de que no buscan cualquier tipo de pista, sino una en concreto ; Djele, un tallo espinoso, muy comun en la selva, y que en grandes proporciones da lugar a los ebuka. Los gorilas son grandes consumidores de Djele, cuyos restos dejan en forma de tallos deshojados alla por donde pasan. Los BaAka buscan Djele como primera pista para, de ahi, tirar del hilo::

- huellas:


- restos de termiteros:


- fruta devorada (en la foto, bokoko)



-excrementos:




En nuestro devenir diario siempre nos topamos con algun tipo de animal.



Hay que tener cuidado con las ramas o frutas que caen de los arboles. La fruta del Bokoko es como una manzana pero el doble de maciza ; si te cae en la cabeza te la parte en dos. La fruta del Mobei tiene forma de pinya pero es de mayores proporciones todavia y cae con desagradable frecuencia, haciendo un estruendoso ruido. Por su parte, es frecuente escuchar el estruendo de algun arbol cayendo en la lejania, carcomido por los hongos o estrangulado por las lianas, tambien por el fuerte viento de las tormentas. Algunas de estas tormentas cobran dimensiones apocalipticas. Si te pillan en el bosque la verdad es que acojona. Aparte te pueden caer mil ramas de los arboles agitados con violencia por el viento, sino los arboles mismos.. La superficie selvatica esta sembrada de ellos ; putrefactos, terrosos, recien caidos… La superficie selvatica es el paradigma de la sordidez. La vida y la putrefaccion se entremezclan con total naturalidad (con que otra cosa sino ?). La Naturaleza es sordida.

Cada vez me maravillo mas ante el exhuberante registro de sonidos de la selva. A falta de poseer un libro sobre aves con CD incorporado, me ha dado por procesar esta autentica filarmonica tropical de aves, primates e insectos representandomos en forma de simbolos. Tambien han pasado por mi desentrenada pituitaria fragancias de todo tipo; el fuerte olor a testosterona del espalda plateada, el bokoko pudriendose en la superficie, aromas a colonia de nino, fragancias citricas, mentoladas. Desearia tener un tarro de las esencias en el que poder guardarlas todas . La gama es variada y mi conocimiento excaso.

Una una clavandoseme en el dedo gordo del pie derecho me ha tenido en el dique seco durante tres dias. A pesar de ello no e podido aburrime en el campamento. He terminado el libro de Arsuaga ‘la especie elegida’ (paleoantropologia) y comenzado el ‘Fedon y Fedro’ de Platon. Por otra parte ha llegado el personal encargado de instalar los paneles solares que traeran electricidad al campamento (desterrando el generador al baul de los recuerdos). He podido husmear un poco durante el proceso de instalacion. Tambien he tenido tiempo para reparar los prismaticos, que se empanyaron por dentro. Sigo constatando la agresividad de las hormigas:




Algunas tardes suelo bajar a la salina a observar a los elefantes. Alli permanezco un rato en silencio, espiandolos desde un tronco caido y semi podrido que da pie a la senda que lleva al campamento. Por las mananas, una ligera niebla cubre la salina, confiriendo al escenario un aire algo enigmatico.



Profundizando en la selva


Voy gradualmente incorporandome a la dinamica de trabajo que rije el campamento. He comenzado a salir yo solo al bosque junto con dos guias. Parece que mi labor se centrara en el ‘Fini group’. Quiza sea demasiado pronto para dirigir yo a dos personas sin tener, en realidad, ni idea de lo que estoy haciendo. Que camino seguir ? Donde estan los gorilas ? Adentrarse en la selva requeriria todo un manual, sino una disciplina academica por si misma. Aparte, a duras penas puedo comunicarme con los BaAka. Por eso, de momento me limito a seguirlos docilmente como un corderito, a medida que avanzamos por las sendas marcadas por las pisotadas de los elefantes, escrutando a ambos lados del camino, en busca de unas pistas extremadamente vaporosas para un neofito como yo.

Angelique se ha marchado a una conferencia sobre primatologia en Alemania. Para mi sorpresa sobrevuela en el ambiente una especie de vacio de poder. En principio Daniela se ha hecho con los galones. Luego estan Gi, Olivier y Kemanda, que parecen gozar a su vez de cierto peso especifico. Sin embargo, la sensacion es la de una cierta anarquia latente. A veces los BaAka acuden a mi para que les de medicinas, y cuando recurro yo a los asistentes de investigacion estos me dicen que no tienen ni idea de medicamentos. No hay que ser un lince para darse cuenta de que mi calidad de ‘Munyu’ me situa en posicion de cierto estatus en el campamento y como tal se me atribuyen ciertas expectativas. De forma que asi me encuentro, repartiendo medicinas y jugando a los doctores, a pesar de ser el ultimo mono en llegar. Algo surrealista no ?

El otro dia realizabamos un control (labor de rastreo en ausencia de pistas) Mobambu, Bokaya y yo, entre los caminos de Mbaso y Etokoloko. No se apreciaba rastro de los gorilas. De pronto se escucho un alarido torrencial al otro lado de un ebuka, inconfundiblemente de un macho. Realizamos el ‘claquement’. El gorila rugio de nuevo, despues se hizo el silencio. Varios segundos despues, Mobambu avanzo de nuevo. Ipso facto se escucho otro alarido de advertencia. El gorila seguia ahi, observandonos desde algun sitio. Transcurrido un minuto el gorila desaparecio. Segun los BaAka se trataba del macho del ‘Fini group’, que se habia distanciado del grupo. Cada contacto con los gorilas es un nuevo chutazo de adrenalina.

Ese mismo dia nos topamos con unos cerdos de planicie (potamochere) que husmeaban la superficie buscando raices y tallos tiernos. No detectaron nuestra presencia hasta que no estuvieron a unos 10 metros. El individuo mas adelantado emitio un grunyido de alerta. Tras unos segundos de espera, Mobambu continuo. El especimen porcino, de proporciones nada desdenyables, dio a su vez unos pasos al frente, esta venciendose hacia un costado, olfateandonos, escrutandonos. Al percibir que no reculabamos, dio un par de pasitos mas hacia el lado y entonces puso pies en polvorosa. En la selva impera la ley del miedo (muchas veces no mas que un pulso).

En la selva los BaAka se las saben todas. Muchas veces se detienen en seco y guardan silencio. Acto seguido senalan hacia algun lugar entre la espesura e indican la presencia de algun animal. Uno aprieta los ojos como si estuviese miope y si tiene suerte, alcanza a ver alguna sombra deslizandose entre la vegetacion. El otro dia, por ejemplo, Mobambu me insto a mirar hacia un punto entre la vegetacion. -‘Cephaloph’ me dice en el poco ingles que sabe. Atisbo con esfuerzo la figura de un pequeno Duiker, que se aleja casi de puntillas, como pasando desapercibido. -‘Carne de leopardo’- pienso, casi compadecido.

Donde esta el leopardo ? No he observado ninguno, pero he visto su rastro y sus huellas.



El olfato de los BaAka esta tambien altamente desarrollado .Detectan olores del todo refractarios a mi pituitaria. Mobambu, por ejemplo, se detiene, apoyandose sobre un tronco, acera los ojos y levanta ligeramente un pie, husmeando en el aire como un autentico sabueso. Ebobo ?- le pregunto, consciente de mi probable desatino. ‘No’ niega con la cabeza ‘Doli’ (elefante)-. Tras unos segundos se escucha un elefante moviendose tras la vegetacion. Nunca tendre las habilidades de un BaAka y aun asi, siento que la selva de alguna forma tambien me pertenece (o mas bien seria al contrario).

Como ya he dicho, caminar por la selva requeriria de todo un manual. Es una experiencia compleja. La regla fundamental, que solo el puro instinto dicta, es avanzar con sigilo, posando el pie con tacto, con mimo, como si se avanzase por una superficie mullida. Otra de las cosas que hay que aprender rapido aqui (por la cuenta que a uno le trae) es a no quejarse ; no quejarse de los zarpazos de las ramas, de las cucarachas de mi habitacion, de las odiosas, repugnantes e inmisericordes ‘sweat bees’, de disputar por la comida con las hormigas, del humedo calor tropical, del sudor..... En la selva no se esta agusto. Hay que andar con mil ojos.

En cuanto a asuntos domesticos se refiere, la humedad se ha convertido en un handicap importante a la hora de lavar la ropa; esta apenas se seca a la sombra, por lo que uno depende de un sol mas reticente de lo que cabria esperarse. Esta misma humedad provoca que todo enmohezca rapido, por lo que hay que tener cuidado con las pertenencias mas preciadas. Me han dado un baul con saquitos de soda caustica, donde guardo mochila, ropa, movil, camara, etc…Por otra parte, me he marcado una disciplina gimnastica cotidiana que mantenga alta la moral de la tropa.


El hecho de tratarse de un lugar tan aislado supone que, casi por fuerza, sienta ya una cierta morrina incipiente. Como ya he dicho, caminar por la selva es una experiencia compleja y cuando bajo la guardia a veces me asaltan recuerdos improcedentes. Me viene a la memoria una bonita sentencia de Javier Trueba, que parafraseo en estas sordidas lineas.

‘(…..) La amistad esta sobrevalorada, asi como las pollas grandes o el futbol. Las personas se encuentran en un momento determinado de su vida y luego se alejan unas de otras para no volver a verse nunca mas. Aun asi, no puedo imaginar aquellos hermosos veranos en el pueblo sin Jairo, Ruben, Tiago, Armando….

...mis amigos’.