martes, 10 de noviembre de 2009

Ndzaku


Cada vez que voy a ver a Makumba, tiemblo ante la amenaza de las abejitas. Ante esta temible perspectiva procuro blindar mi cuerpo como buenamente puedo. Me he hecho con un unguento en Shamek, fuerte como el acido sulfurico, que las mantiene algo alejadas. De los prismaticos cuelgo una gorra con banda trasera, la parte de abajo de los pantalones, uso camisas de manga larga… Todo con tal de aplacar el inclemente aluvion en la medida de lo posible. A pesar de todo, no han vuelto a agobiar tan tragicamente como el dia con Daniela, y he podido gozar del privilegio de contemplar a los gorilas con cierta tranquilidad, pudiendo ver asi a Makumba:




Hablare de las Ndzaku (mas conocidas en nuestro imaginario popular como la ‘marabunta’). Una increible especie de hormigas que avanzan en millones o trillones por la selva, sin que nada ni nadie pueda detenerlas. Tienen dos formas de moverse. Una en hilera -cuando se desplazan a algun lugar donde construir hormiguero-, otra en abanico, abarcando una gran cantidad de terreno, como una inmensa ola devastadora ante la que nada puede hacer frente. El otro dia decidieron visitar el campamento en la segunda modalidad y decidieron hacerlo justamente por la entrada posterior al campamento, la que da a mi habitacion. Pase momentos de verdadero apuro intentando abortar toda via de entrada a mi habitacion, regando con gasolina cada uno de los soportales en el que se sostiene mi cabanya, como quien achica agua en un navio a punto de naufragar. Aun asi, no pude evitarlo del todo y varios regimientos de ellas entraron en mi habitacion. Por lo menos se zamparon un par de cucarachas, unas cuantas polillas, y luego se fueron como habian venido. Animales increibles y extremadamente organizados:




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