jueves, 17 de diciembre de 2009

La familia Makumba


Al igual que el momento del destete es un trance traumatico para nuestros ninos, lo mismo pasa con los gorilas y con todas las especies de mamiferos. El lamento de la cria de un gorila rompe la serenidad y armonia del bosque con todo el dramatismo que puede albergar el llanto de un nino. Mobangui y Bokata estan ambos en ese momento y ambos se quejan ante sus madres como si les estuviesen arrancando la piel a tiras. Estas, pacientes, rara vez se inmutan aunque a veces no tienen mas remedio que plegarse a los embates de los pequenos caciques.

Kunga, el joven espalda negra, esta en trance de dejar el grupo. Siempre deambula de forma algo periferica respecto al grupo, tendencia que se acentuara hasta el momento de abandonarlo por completo, pasando a convertirse en un macho solitario (‘koli oko’, en Sango). Su musculatura, aunque lejos de la exhuberancia de la de Makumba, le dota ya de una cierta planta. Comienza a florecerle la cresta tipica que los machos tienen en la coronilla. Desde un punto de vista comportamental Kunga es un individuo mas que interesante, pues, al tiempo que aprende a ser adulto, no deja de ser un adolescente mas y se le puede ver jugar con el resto de las crias como una cria cualquiera.


Al ser la cria de mayor envergadura, todas las coaliciones acaban generalmente contra el, lo cual es bastante divertido de observar. Los juegos a menudo se enconan.



Essekelende es un individuo bastante independiente, siempre a su aire, buscando alimento por aqui y por alla. No esta tan inclinado a los juegos como los otros. Pasa desapercibido pero siempre esta ahi.

Mossoko es mi preferido. Un gorila de 4 anyos, gordinflon, que no hace otra cosa que comer a todas horas. Tiene una cicatriz entre las cejas que se hizo tiempo atras, la cual ha esculpido en su rostro un gesto algo rufianesco. De mayor tendra un aspecto temible, aunque se hace dificil de imaginar, a tenor de su caracter apaciguado y casi bonachon.



Cuando observo a Tembo girar y girar zafado a alguna rama, experimento un delirante viaje a las brumosas regiones de mi infancia. Me veo a mi mismo girando en torno a la barra metalica de aquellos viejos vagones de la renfe, volviendo nada mas ni nada menos que de la guarderia, con mi madre y mi hermana. Que diferencia hay? La inteligencia ? Ya dije anteriormente que la lluvia cae a todos por igual.

Malui es digna de observacion, una madre atenta pero al mismo tiempo severa. Casi siempre porta a Tembo a espaldas, cuando este no esta jugando con su compinche de juegos Mobangui. Sin embargo hay ocasiones en las que le fuerza a hacer sus primeros pinitos con lianas y con arboles de dificultad moderada. No han sido pocas las ocasiones en que hemos observado con preocupacion al pobre Tembo llorando como una magdalena mientras trepaba a duras penas por algun arbol inmenso. Es el duro aprendizaje de ser un gorila en la selva, que no es precisamente lo que se dice benevola. Y se trata, tambien, de la insondable relacion entre una madre y su hijo.


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